Manabí y los pueblos pesqueros celebran a los apóstoles San Pedro y San Pablo

Las ceremonias y procesiones que congregan a los fieles, empiezan el primer día de junio de cada año.

El origen de las fiestas de estos apóstoles se remonta a los tiempos de la colonia. Nació cuando los negros de un barco, originarios de África, que pasaban por las costas manabitas, se escaparon y los blancos o españoles, que capitaneaban la nave, buscaron al ejército de artillería para capturarlos. Cuando los dos ejércitos estaban a punto de comenzar la batalla se dieron cuenta que eran las fiestas de San Pedro y San Pablo. Como todos eran cristianos, en vez de pelear se unieron para celebrar el día de los dos santos, narración del historiador manabita Manuel Bravo.

Esta fiesta es una tradición manabita, con ceremonias, procesiones y fiestas populares que congregan a miles de devotos. El general Eloy Alfaro, cuando ejerció la presidencia de la república, estableció esa costumbre que se mantiene hasta hoy. En Manabí, a más de Rocafuerte, estos dos santos se festejan en Picoazá, Crucita, Portoviejo, Jaramijó y Manta.

¿Por qué San Pedro y San Pablo se celebran el mismo día?

Cada 29 de junio, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles, recordamos a estos grandes testigos de Jesucristo y, a la vez, hacemos una solemne confesión de fe en la Iglesia una, santa, católica y apostólica.

  1. La Iglesia católica reconoce a San Pedro como el primer Papa, y por tanto como el primer eslabón en la sucesión apostólica y obispo de la Iglesia. Esto se basa en el pasaje en que Jesús nombra a Simón como Pedro y le dice: “sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá. Por esto él se considera la primera roca sobre la cual se edificó la Iglesia” (Mateo 16, 17-20).
  2. Pablo, el perseguidor de cristianos que se convirtió en Apóstol de los gentiles, es un modelo evangelizador para todos los católicos porque después de encontrarse con Jesús en su camino, se entregó sin reservas a la causa del Evangelio.
  3. Ambos padecieron fueron detenidos, martirizados y enterrados en Roma. San Pedro fue crucificado cabeza abajo y San Pablo fue decapitado.
  4. Son columna espiritual de la iglesia “Son nuestra guía en el camino de la fe y de la santidad. La gloriosa herencia de estos dos Apóstoles es motivo espiritual orgullo para Roma y un reclamo a vivir las virtudes cristianas” Papa Francisco

Promoción y Difusión

  

Anterior PublicaciónLos malos pensamientos dañan nuestra mente y corazón
Siguiente PublicaciónTradición e historia de la devoción de Nuestra Señora de El Salto en Latacunga
Comentarios (0)
Deja un Comentario
PARA PODER COMENTAR NECESITAR INICIAR SESIÓN