"Ser醤 mis testigos", es el nuevo lema para la Jornada Mundial de las Misiones 2022
En el mes de octubre se celebra con gratitud la vocación misionera y la Jornada del DOMUND 2022. Esta celebración ayuda a profundizar la espiritualidad en la Iglesia. "Para que sean mis testigos", es el lema de este año y una llamada a todos los cristianos para dar testimonio de Cristo. Sabemos que Jesús antes de su partida, encargó a sus discípulos la tarea de evangelización, dar a conocer el testimonio del Señor en todos los lugares del mundo.
La fuerza del espíritu Santo por medio de la Iglesia y ahora con la Jornada del DOMUND, recuerda que Jesús es para todos. Ser creyente es contar el testimonio del Reino de Dios con palabras y obras.
El DOMUND, es una oportunidad para indicar con actitudes cuan importante es la Iglesia universal y la colaboración misionera.
El Papa Francisco cita las palabras de San Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi: "Evangelizar no es para nadie un acto individual y aislado, sino profundamente eclesial", es decir, el catequista por más lejos que esté de un lugar debe predicar el evangelio. El testimonio que brindan los misioneros, es de carácter comunitario, por lo tanto, la presencia de un grupo pequeño debe llevar delante una misión.
Además, San Pablo VI advertía: "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan", esta afirmación da a conocer que la fe es fundamental y dar un testimonio de vida con el mensaje de Cristo, trasciende. Uno de los objetivos principales, es hacer una llamada a todas las personas para que sean responsables en la misión evangelizadora.
Ofrecer a los misioneros una ayuda espiritual que fortalezca sus oraciones o pedidos, da una visibilidad a la labor misionera y algunos testimonios de la Iglesia que nacen en territorios de misión. Este lema se lo realiza de manera grupal junto a la comunidad eclesial y no por propia iniciativa. También, hay misiones evangelizadoras individuales, es decir si se realizan de manera propia deben estar en comunión con la Iglesia que lo ha enviado.
Una de las motivaciones principales para evangelizar, es poseer el amor de Jesús que hemos recibido durante toda nuestra vida. Esa experiencia de conocerlo más y ser salvados por Él, nos inspira en amarlo permanentemente.
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